Crestas y vaguadas, 04.10.08

El gran historiador del arte y de las ideas Erwin Panofsky escribió allá por los años 60 del pasado siglo un libro irrepetible llamado Renacimiento y renacimientos en el arte occidental. La cosa iba de que, si bien todos estamos al tanto de la existencia y caracteres de ese periodo de esplendor que se ha dado en llamar Renacimiento, existen además otros periodos, más o menos sistemáticos a lo largo de la Historia, a los que también cabe apelar con ese nombre, siquiera con minúscula (por ejemplo, el renacimiento carolingio del año 1000). A la par que esta teoría, o en realidad sustentándola, argumenta Panofsky que nuestra Historia es como una cinta que describe ondulaciones –crestas y vaguadas– que determinan de modo ineludible la brillantez o zafiedad respectivamente de los diferentes periodos cronológicos que atraviesa el Hombre en su carrera (ya sea con Bonos del Estado o en la compaña de la Puri), de forma que a una etapa de magnificencia cultural antecede necesariamente una ciénaga intelectual.
Y todo esto me viene a la cabeza cuando pienso en el paso por el Teatro de Falla de Cádiz en esta semana de ese grupo británico de… individuos (músicos no son, artistas tampoco, en todo caso acróbatas) llamado Stomp –gráfica onomatopeya–, al parecer avalados por un éxito arrollador cosechado en lugares múltiples del mundo, que les han granjeado no sé cuántos millones de espectadores. El espectáculo de Stomp es plenamente contemporáneo. Quiero decir que encaja en la estética y en las necesidades intelectuales (o más bien en la carencia de ellas) propias del Hombre de hoy. Lo que por parte de Stomp es, no sé si inteligente, pero sí decididamente avispado. Ahora bien, lo que a mí me incomoda sobremanera es detenerme a pensar que unos individuos que sólo hacen ruido –un ruido infernal, por cierto– durante más de una hora, valiéndose de todo tipo de trebejos, despojos y cachivaches derelictos, puedan arrastrar el aplauso de los espectadores del modo en que lo hacen. El espectáculo de Stomp es intencionadamente chirriante, residual, de vertedero. A tono con los tiempos, repito. Pero no se me vaya a entender mal. La culpa no es de Stomp, sino de esta maldita vaguada en la que chapoteamos torpemente. Si Mozart desde su cima levantara la cabeza... y viera esto:

19 comentarios:

Marta Bass dijo...

Hola Ana:
Coincido de manera total y absoluta con lo escrito por ti.
En la escuela de arte me enseñaron que un artista debe saber reflejar la sociedad actual, pero ir aun más lejos junto a la filosofía que siempre está adelantada a la época en la que vivimos.
Escuchando el video quizás debamos interrogarnos que nos está pasando ya que son ellos los que están llenando lo teatros...
Muy buen sitio te seguiré visitando.
Un abrazo desde Argentina Marta

Anónimo dijo...

Querida Marta: Es cierto, son ellos los que están llenando los teatros, pero nunca debemos someternos a la tiranía de número. Que sean más no les da inmediatamente la razón, y mucho menos la razón estética o intelectual. Las masas, bien lo ha dicho Sloterdijk, han propiciado la conversión del Hombre de sujeto en objeto. Así estamos.
Un abrazo, Marta, y gracias por venir desde Argentina.

Jorgewic dijo...

Querida mía, Dios Nuestro Señor, en su infinita sabiduría, me los había ocultado hasta ahora..., que los ví, sí, un fragmento de "éso" mismo que tú pones, nada menos que en tres telediarios de distintas cadenas, el mismo día (¡paras que luego digan que si el dinero y la publicidad y patatín, patatán!). Y sí, las ganas de vomitar tampoco se me pasaron inmediatamente, tuve que ir no recuerdo dónde a que me purgaran. Ya estoy mejor. Me han prohibido ver la tele tajantemente después de "El Libro Gordo de Petete". No sé qué voy a hacer mientras engullo la merienda, hija, no sé.
Besos

doctorvitamorte dijo...

Mientras Stomp actuaba, yo me surmergía en tu poemática, en silencio.

Anónimo dijo...

Jorgewic: Pues sí que tienes razón. A lo mejor debí de poner una advertencia al comienzo del post, algo así como "Para mayores sin dos dedos de frente" o "Su visión puede alterar gravemente el sistema neuronal".
Espero que la diarrea no sea muy fuerte, corazón :-) Besosss.

***
Mi querido Doctor: Gracias por refugiarte en mi casa escondida. Allí, es verdad, reina el silencio. Beso tácito.

Acerbo dijo...

Si Mozart levantara la cabeza... probablemente marcaría el ritmo con los pies, mi querida Anna... No está relacionado con el buen gusto sino con lo primario, y mi piel, que puede disfrutar de unas Variaciones Goldberg o de la trompeta de Miles Davis, dejará paso a las entrañas cuando escuche un sonido que invoque a mis reacciones más profundas e irracionales, como lo hace la percusión. No es la tiranía del número, sino del instinto, y a veces es bastante placentero abandonarse a ella. No he asistido nunca a un espectáculo como Stomp, pero tampoco considero un argumento en contra de tales espectáculos la asistencia masiva de público; dejemos que los creadores del mismo, que no pretenden ser Mozart, ni Bach, ni Schönberg, se expresen (al fin y al cabo es un asunto relacionado con eso mismo) como deseen, y si la fórmula funciona celebrémoslo -porque cualquier virtuosismo lo merece- aunque no lo compartamos.

Un abrazo,

lucas

Anónimo dijo...

Acerbo: Gracias por exponer tu opinión del modo en que lo haces.
Entiendo y comparto parcialmente el argumento que planteas, en tanto es cierto que la exquisitez no puede calzarse, supongo, las 24 horas del día. La percusión, en efecto, tiene mucho de instintivo y si me apuras de ancestral. Por eso yo veo las estrellas con la extraordinaria percusión de las Pleïades de Xenaquis. En el caso de Stomp, lamentablemente, me temo que no hay nada más que ruido. El discurso conceptual no cambia a lo largo de hora y media ni a lo largo de los días o los meses o los años. Es un discurso huero. Es más, creo que no hay discurso. Ahí precisamente reside su fallo. Quizá Mozart, como dices, en los dos primeros minutos se sorprendería y se dejaría arrastrar por la actuación de Stomp, en busca de novedad. A los dos minutos y medio, viendo que aquello es monótono y sin contenido, saldría corriendo.
Los chicos de Stomp están ahí, actuando, ganando mucho dinero. Desde ese punto de vista, la lerda soy yo, que estoy aquí y no gano nada. Pero igual que ellos tienen derecho a llenarse los bolsillos, yo tengo derecho a decir, no ya que no me guste su "trabajo", sino a evidenciar sus carencias.
También una película de Van Damme puede liberar instintos primarios, pero no por eso será una obra maestra. Aunque la vean millones de personas en todo el mundo.
Un abrazo, Acerbo. Agradecida por tu visita. Ojalá pases más por esta casa.

Acerbo dijo...

'También una película de Van Damme puede liberar instintos primarios'... jaque mate. Qué puedo decir? Aunque no debemos olvidar que también existe una afluencia masiva de público en la Capilla Sixtina durante todo el año (otro tema sería el porqué de esa visita)o en la proyección de Wall-e en todo el mundo. No defiendo el conformismo/consumismo sin criterio, pero sí abogo por el establecimiento de unas bases para la crítica, que van más allá del discurso elitista "si es popular no es arte". No quiero decir que ese sea tu discurso, porque es obvio que no lo es. Intervine a modo de nota a pie de página.
El placer es mío.
Besos

Anónimo dijo...

Querido Acerbo (Lucas): Me parece interesante lo que propones, la necesidad de fundamentar siempre una crítica y, por otra parte, el hecho de que arte elitista/arte popular (cualesquiera que sean las etiquetas que queramos utilizar) no conforman necesariamente un tándem de opuestos. Totalmente de acuerdo.
Interesante me parece también que señales que hay millones de personas que visitan la Capilla Sixtina: cierto, esa masiva afluencia no significa nada necesariamente, con independencia de que la Sixtina necesite una sola mirada inteligente, o ni siquiera, para justificar su existencia.
Lo que nos lleva, indefectiblemente, a que las masas, o la ausencia de ellas, no significan demasiado a la hora de evaluar una obra artística.
Conozco, por ejemplo, un blog de un gran ilustrador que no recibe visitas numerosas. Sin embargo, ello no constituye demérito alguno. Bien al contrario, hacía algún tiempo que no veía ilustraciones con tan buen gusto e inteligencia a sus espaldas.
Un beso, querido amigo.

APROVECHO PARA RECOMENDAR LA VISITA AL BLOG "SE AVISTA UN FRACASO" (el enlace se encuentra en el lateral de esta bitácora).

Anónimo dijo...

Vaya, Ana, alguna vez tenía que discrepar. Estoy en buena medida con lo que expone Acerbo en su primer mensaje. Yo no descalificaría per se la percusión o un espectáculo basado en la misma.
Yo estuve una vez en Ibiza en la noche de los tambores, que es pura percusión, en la playita de Benirrás bajo la luna llena, y me gustó mucho la sensación. Stomp resultan muy parecidos a Mayumaná y no me disgustan.
Ahora bien, sin compartir la descalificación global, sí coincido en dos cosas con tu reflexión.
Una, el orden de preferencias... Una actuación sólo con percusión puede resultarme curiosa, simpática, incluso divertida, pero no entiendo que este espectáculo pueda levantar pasiones o tener más éxito popular que manifestaciones musicales que objetivamente están muy por encima en todos los aspectos, que cualitativamente no son ni comparables.
Y otra. Que yo siempre que he visto estas cosas las he visto un ratito. Quizá por eso no me disgustan. Si tuviera que aguantar esto una hora u hora y media... hmmm, a lo mejor te tenía que dar la razón.
Te confieso también que no pienso comprobarlo. Si les veo un rato porque salen en la tele, o en el Youtube o porque me los encuentro en la calle, pues estupendo.
Pero puestos a pagar una entrada, se me ocurren mil cosas mejores a las que dedicar tiempo y dinero.

Acerbo dijo...

Me desarmas con halagos; que cruel e ingeniosa. Ahora sí que enmudecí... gracias por la generosidad desorbitada de tu comentario.
Un beso,

lucas

Anónimo dijo...

Anónimo: No pienses que discrepo tanto de lo que expones, como creo que se ha ido viendo a lo largo de mis sucesivas contestaciones. Siempre hay momentos para una musiquilla boba, para un libro menos sesudo de lo habitual, para un rato de mera distracción sin más implicaciones. Pero una cosa es ceder a esas pequeñas tentaciones -algo lícito y hasta necesario- y otra elevar a categoría de arte lo que, sencillamente, no lo es. Y, por supuesto, pagar dinero por ver a estos mocicos tiene delito. Porque, además, como bien sugieres, dos minutillos se llevan más o menos bien. Pero imagínate una hora y media; tienes que salir para urgencias inmediatamente, como le pasó a mi querido Jorgewic :-)
Besillos.

***

Acerbo: Cruel e ingeniosa, sí (gracias :-), me encantó desarmarte ) pero también veraz, y nada exorbitada en mis elogios, absolutamente merecidos: me reafirmo. Besos.

Anónimo dijo...

Hola, Ana
Que el anónimo que discrepaba a medias soy yo.
No es que quisiera esconderme, simplemente debí de marcar esta vez sin querer la opción que no era al publicar el comentario. Bueno, que como yo sostengo que es mucho mejor saber con quien hablamos, identificado quedo...
Un beso.

Anónimo dijo...

Gracias, Carlos. Detectaba la cercanía, pero a la vez el anonimato me causaba incertidumbre. Un beso, pero no a medias :-)

Cristian M. Piazza dijo...

Ana,

Yo sólo puedo seguir pensando en esa idea maravillosa que sugieres, Ana, de ver a Mozart vagando por Cádiz, tratando de entender estos tiempos. De seguro se llevaría más de una buena sorpresa.

Lo demás es ruido...
Beso

Anónimo dijo...

Menudo fantasma delicioso...
Besos.

chema gomez dijo...

Hola me gustó tu blog, me gustaría que te pasases por el mio www.elecodelasierra.com y lecomentases o le nlazases, no se presenta a concurso. Un saludo

Anónimo dijo...

Hola, Ana. Es la primera vez que paso por aquí, traído por no se qué viento, y he de decirte que me ha gustado mucho tu blog (o al menos lo poco que he leído de él hasta ahora). Sin embargo, no estoy de acuerdo del todo con tus comentarios sobre Stomp, por ejemplo:

"Veo las estrellas con la extraordinaria percusión de las Pleïades de Xenaquis. En el caso de Stomp, lamentablemente, me temo que no hay nada más que ruido"

- Discrepo. Yo también admiro casi infinitamente la música de Iannis, pero creo que otro gran maestro como John Cage no estaría de acuerdo en llamar "ruido" a lo que hacen Stomp. Tampoco Steve Reich lo haría. Sí, seguramente su Drumming sea mucho más interesante que esta percusión. Pero no sólo de lo interesante vive el hombre. No tengo duda de que Stomp es un producto totalmente mediocre de la postmodernidad, pero no hay por qué hablar de Arte, esa gran mentira de los historiadores.

Tampoco nosotros calificaríamos de Arte (con mayúsculas) a la caligrafía o la astrología, cuando en otras épocas o culturas han sido precisamente las más elevadas.

Pero está bien, dejemos al espectáculo de Stomp como algo más bien artesanal, y no artístico. Esto no anularía su potencial cualidad comunicadora de significados y emociones.

Stomp pretenden simplemente jugar con el ritmo de manera bastante primitiva, y en ese sentido creo que consiguen hipnotizar bastante más que las complejas Pleiades, las cuales sin duda son disfrutables hasta cierta medida por alguien con oídos abiertos, pero difícilmente comprensibles en su totalidad por alguien que no sea un buen arquitecto/matemático/músico profesional, es más, quizás sólo pueda entenderlas el propio Xenakis.

¿No hay discurso en Stomp? Desde luego no hay un discurso "artístico", entendido éste como "personal e irrepetible" a la manera decimonónica. Tampoco la música de los Venda tiene ese tipo de discurso. Es una música comunitaria, funcional para con la comunidad y totalmente ligada en forma y significado a su vida y pensamiento. Una música mítica. En ese aspecto Stomp se acercan más a los Venda, salvando las distancias.

Respecto al ejemplo de Mozart: ciertamente no apreciaría esta música, pero no olvidemos que para la compleja rítmica de la música india y otras, la música de Mozart y en general nuestra música "clásica" sería paupérrima en diversidad rítmica y no expresaría gran cosa, al menos no lo que nosotros creemos que expresa.

Perdón por el desorden de mis ideas y la amplitud del comentario, pero he preferido escribir tal como venían a mi mente las ideas, antes que intentar ordenar todo este magma informe que podría tomarme demasiado tiempo.

Saludos, Ana. Te seguiré la pista.

Anónimo dijo...

Un abrazo, querido AlexPantaRei. Me encantó verte fluir pot aquí. Un abrazo.