Todos iguales, 17.02.08

Se nos acabó el tópico. El incombustible humorista Miguel Gila sostenía que los norteamericanos perdieron la guerra de Vietnam porque, viendo a todos los charlies iguales, los buenos (o sea, los de las barras y estrellas) siempre mataban al mismo. La explicación siempre se me antojó más que plausible. Han tenido que pasar cuarenta años para que los europeos sepamos diferenciar a unos orientales de otros, pero al fin lo hemos logrado, y parece que el honor nos corresponde, a España y por demás a Andalucía: en esta semana un chino de nombre C.Y. fue detenido tras una espectacular persecución “que no fue más allá de unas decenas de metros” (según reza la noticia: se ve que el chino era de pata corta, o quizá el adoquinado gaditano le machacó el astrágalo) después de intentar en vano suplantar a otro chino, llamado X.J., en la realización del examen del carné de conducir en Cádiz. Al parecer, el funcionario correspondiente de la gaditana Jefatura Provincial de Tráfico debió de percatarse de que la inclinación de los ojos no era la misma en el examinando que en el chino que estaba fotografiado en el NIE de turno. El detenido vive en Córdoba, o sea que se hizo unos cuantos kilómetros para resolverle la prueba a su colega amarillo. A lo mejor hasta aparcó su propio vehículo delante del lugar de examen, para mayor recochineo.
Lo más gracioso del asunto es que la suplantación se ha llevado a cabo con éxito en otros lugares de España (o eso se piensa), de modo que la Guardia Civil sostiene que pudiera tratarse ¡¡de una red organizada a nivel nacional!! Imagínense lo espeluznante de la situación: una red organizada para que todos los chinos residentes en España se saquen por la jeta el carné de conducir. Lo que no se especifica es si el que los suplanta es siempre el mismo, como el vietnamita de Gila: o sea, el chino de Córdoba (menudo fenómeno, por cierto), o si en cambio se trata simplemente de unos chinos que se aprovechan del hecho de parecerse a otros chinos, como viene ocurriendo desde que el mundo es mundo.
De momento, los chinos ya regentan la mayoría de restaurantes Nefast Food y las tiendas Todo a Zen. Con el tiempo, y unos pocos ubicuos como el de Córdoba, serán los nuevos profes de nuestras autoescuelas.

12 comentarios:

Idea dijo...

¡Ah de la mirada egocentrista!sólo reconocemos en los otros nuestros propios rasgos, pero como no puede ser de otra manera, a cada Charlie le llega su hora.
Cariños, Idea

Anónimo dijo...

Tal y donde ahora nos encontramos, incluso diría que no queremos reconocer siquiera un rasgo en el otro. El miedo que producen los espejos, sus palabras venenosas...
Un beso.

Rukaegos dijo...

Bueno, mi tío Regino y mi tío Carlos estudiaron cada uno la mitad del Bachillerato de entonces y hacían los orales ante el tribunal por los dos. Vaaaale, eran gemelos y hasta su madre tenía problemas para distiguirlos. Pero los escolapios no parecían poner mucha atención ;)

Bromas aparte ... ¿cuándo nos hemos olvidado de que no basta con mirar, de que hay que ver?¿cuándo nos daremos cuenta de la dignidad del otro, de los otros? Releer a los personalistas debería hoy ser materia obligada.

Besucos.

Anónimo dijo...

Ay, querido R., vaya cosas destapas :-)
Ver y escuchar: dos asignaturas siempre pendientes...
Un beso.

C.C.Buxter dijo...

En Santa Coloma, dada la demanda, ya hay autoescuelas para chinos; eso sí, por ahora los profesores de prácticas son españoles.

A mí lo de la suplantación en el examen de conducir siempre me ha olido a chamusquina, y creo que debe mediar el Señor Soborno, como le llama el policía de los Simpson. Si no, no me explico cómo hace unos años el futbolista Raúl Tamudo, conocido por cualquiera que mínimanete vea fútbol, intentó meterle un gol a la DGT enviando a un amigo suyo para que le hiciese el examen. Esta vez le pillaron, pero me parece inverosímil que lo intentase si no creía que había más que posibilidades de que alguien hiciese la vista gorda.

Anónimo dijo...

¡¡Autoescuelas para chinos!! Delirante...

Anónimo dijo...

¿Estás segura de que eran chinos de la China?
¿Sabías que a Raul Castro, cuando era joven, le llamaban "la china"?

Anónimo dijo...

¿La china? ¿Por qué?

Jorgewic dijo...

Querida, en mi barrio autoescuelas para chinos hay como una docena, que yo sepa. Pero para chinos-chinos, eh, con profesores que dan las clases en mandarín y que no dejan matricularse a españoles porque no las entenderían, claro está. Palabrita del niño Jesús.

Y tengo un amigo inspector de trabajo que cuando hace una "redada" en mi barrio, de tantos chinos como ha pillado ilegalmente les tiene que tirar una foto con el movil y citarlos para dentro de unos días (para que aporten los papeles), y no se corta un pelo en hacer indicaciones precisas sobre sus rasgos para que no se la den con queso, del estilo de : "este tiene una cicatriz en forma de uve en la barbilla", "este es feo como un demonio y se parece a Fu Man chu", "este otro se rie en escorzo y le falta un colmillo de abajo". Y así... El susodicho inspector es de Cádiz, y no hace falta que te diga que nos pasamos las mañanas muertos de la risa comentando anecdotas de este cariz.
Besos

Anónimo dijo...

Pues sí que parece cachondo el sistema... Y además con imagen simultánea... Pero qué malos que sois :-) Aunque yo te quiero igual.
Besote.

Morgenrot dijo...

ja,ja,ja... Carcajadas. He leído tu entrada en alto, en familia y aún nos estamos riendo.

Lo de los chinos, es todo un mundo a descubrir.

Lo mejor es que tenía que ser en Cádiz dónde han "calado " al chino, y es que los gaditanos...tienen gracia para dar y regalar, además y tomándolo en su mejor sentido, pues me siento tan sevillana como gaditana, "entre calé y calé no cabe la buenaventura".

Anónimo dijo...

Ya ves que esta bitácora va más de guasa que mis Vctorias... Un beso de norte a sur, hermosa Morgenrot.